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jueves, 10 de mayo de 2012

Nosotros, los "pigs"

ÍNDICE GENERAL de "EL CULTURAL"




El Cultural de la Sierra (I)
Guadarrama, abril de  2012


Cultura y civilización
¿Quienes somos?
¿Escaseces?
A veces me pregunto...
¿En qué mundo vivimos los "Pigs"?





¿Quiénes somos? 

Somos un grupo de ciudadanos que bajo el paraguas de la Fundación ha decidido ventilar las miserias de todos aquellos que amparándose en la ley como patrón de vida han olvidado que por encima de ella está la justicia y el orden establecido por la propia conciencia. Sin miedo. Sin vergüenza. Es una obligación de todos denunciar a los  miserables que roban su sueldo; a los mentirosos, a los especuladores, a los que flotan en un espacio que nuestra dejadez les concede día a día, y a los politicastros que bloquean toda iniciativa atados a una partidocracia que nos inmoviliza.
Allá vamos.

Cultura y civilización
Carlos A. Trevisi

Cultura es todo lo que hace el hombre. Se es culto, entonces, en la medida en que se “hace”. Así, el hombre es a partir de sus actos. En este sentido, fijando metas y estableciendo procedimientos, recrea la cultura en la que está inmerso.
La cultura, sin embargo, para ser trascendente, exige de personas en actitud creadora, tipos armónicos que sepan que su “estar” en el mundo está íntimamente ligado a la verdad de ser únicos, de ser uno en si mismos, aunque a partir de los demás. Se es culto en la medida en que se arborece en respuesta a los principios, se florece  en la recreación de esos principios y se frutece en los demás, contagiando con fervor esa organicidad. Así, en el ámbito de la cultura no se juzgan niveles de conocimientos sino sabiduría de vida. Y la sabiduría de vida se logra en el esfuerzo por armonizar  las actitudes volitivas, afectivas, intelectuales y de libertad.
La civilización, con todo que nace de la cultura, pervierte su organicidad,  pues las exigencias propias del advenimiento de un complejo mayado socio-político-económico y tecnológico la impulsan a la fijación de metas alternativas de meras circunstancias, a negociar los procedimientos.
La civilización altera el tiempo – lo acelera- y achica el espacio, impone lo efimeral. Todo lo contrario de la cultura, que en el disfrute pasmódico del tiempo se abre a la plenitud del amor, de la inteligencia y de la  libertad; que autoriza el retorno desde el error, que hospitaliza al hombre y lo relanza al mundo en busca de mejores oportunidades.
La civilización somete la imaginación del hombre, le quita la libertad de hacer sus propios qués, cómos y cuándos. Esclavo de imaginerías ajenas, se aliena; pierde conciencia de sí mismo para hacerse con una conciencia colectiva que desnaturaliza su existencia.
El hombre civilizado es el habitante de la “civitas”, es el ciudadano, el que ha sido educado para el “hic et nunc”, en la ajenidad de los principios, en la trastienda  de la creación, en el erratismo de lo relativo, en el éxito.
En soledad.  

¿ESCASECES?

La “cosa” se está poniendo espesa en nuestro país. Esto no obstante, la Concejala de Cultura y Educación, Dña. Sara Villa está dando pruebas de que no está dispuesta a que la falta de recursos afecte la salida a la calle de la cultura. Al contrario. La Fundación está reelaborando un proyecto que presentó hace dos años para celebrar las PRIMERAS JORNADAS DE TECNOLOGÍAS DIGITALES APLICADAS A LA EDUCACIÓN en las que intervendrá TODO EL PUEBLO: desde padres y madres de familia, maestros, industriales, empresa-rios, policía, comerciantes, profesores y cuanta fuerza viva esté dispuesta.
Si unimos a esto el corto sobre fonética, el Aula de Humanidades y las no-vedades que comienzan a dar sus frutos en inglés, pues, ¿qué más podemos pedir? ¿Acaso que PARTICIPE TODA LA GENTE DE GUADARRAMA? Allí los esperaremos. Adhiramos para que se pueda llevar a cabo.  

 ¿A VECES ME PREGUNTO...

...porqué dice Chaplin que es más importante trabajar con voluntad que tener talento. Talento sin trabajo equivale a la  penosa dupla "ignorancia y holgazanería"?.
... y me contesto que  es "persona" el que potencia sus capacidades, aunque no brille por su inteligencia. Del mismo modo es apenas un mero "individuo", idéntico a todos los demás , el que con inteligencia  no se vale de su tesoro, un tesoro que esconde detrás de la desidia que anima su voluntad, el desamor por hacer y su incapacidad para disfrutar  de una libertad creativa que lo impulse a ver a los demás.


 ¿En qué mundo vivimos los "pigs"?

Las circunstancias que asolan el mundo son de tal exigencia que relegan las causas que las impulsan a un segundo o tercer plano; tal el desconcierto en el que vivimos.
¿Es acaso una casualidad que  la economía rija el mundo y deje de lado las necesidades  que agobian al hombre actual, especialmente a aquellos que pertenecemos al grupo despreciativamente llamado “de los pigs”?
En nuestro artículo sobre cultura y civilización, aunque sesgadamente, hacemos alusión a ello. La Europa mediterránea ha sucumbido ante la Europa nórdica, la del frío, la de la rigurosidad, la inclemente.
Atados a nuestra cultura no supimos crear una civilización que le corres-pondiera. Adoptamos la “otra”, la que nos es ajena, la civilización que derivó de la ruptura de la Iglesia, la de la Reforma, la de unas gentes que fieles a sus raíces mantuvieron la idea de “sociedad” y lo que ésta conlleva: ley, orden, y progreso. Los “pigs” en cambio, hasta esta entrega que ya parece final, mantuvimos al hombre por encima de los ideales que planteaba el Protestantismo.
El norte de Europa optó por la “ley”, garantía  de las relaciones que vinculan a los hombres entre sí;  nosotros, fieles a nuestra cultura, la “justicia”, valor intangible en el que se debate cuanto acercamiento quiérasele formular; el norte es institucional: su símbolo es el poder; nosotros somos comunitarios: nuestro símbolo es la fraternidad; ellos son categóricos, nosotros dubitativos; su idea del mundo conlleva el resguardo de la sociedad, de ser necesario, hasta en contra del mismo individuo, al que no se le concede redención; nuestra valoración de la persona excede el marco social: el hombre vale tanto que su fe lo redime; “tenemos” desde el “ser”; ellos “son” desde el “tener”; ellos son estrictos en el cumplimiento de su deber; nosotros somos lábiles...
Los “pigs” somos países con vivencias expansivas. Somos de sol, cálidos, exuberantes, ricos en matices, escandalosos. Tenemos todo para ser los primeros. Nuestro problema ha sido que nos hemos rendido a un estilo de vida que no nos pertenece, que nos es ajeno. Hemos llegado a la barbaridad de despreciar a nuestros hermanos hispanoamericanos llamándolos “sudacas”. Pero no debe de extrañarnos, nosotros también lo somos, pese a nuestros méritos. Solo que nos llaman “pigs”.


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